Y un elefante rosa sostiene una vela, iluminando el cielo, para que todas las niñas perdidas de noche puedan encontrar el camino de vuelta a casa.

Si todavía seguís a mi lado después de esto, está bien. Vuelvo a creer un poco en la humanidad, te lo prometo. Y si no saliste corriendo cuando te mostré mi oscuridad sonriéndote con un mojito en la mano y los labios pintados de amarillo, está bien. Quizá hasta me pueda enamorar. La vida se esfuerza por sorprenderme, me encanta lo dedicada que es. Podría haber aspirado tu alma y llevármela para siempre pero no tuve el valor. Tan psycho egoísta, por qué? Pará un poco, loquita. No siempre tiene sentido. Y dicho esto ruego al cielo que no creas que hablo de vos. Cerca tuyo que me siento entorpecer. Y no hablo de esa torpeza propia de un valium adictivo. Vos apareces y yo desaparezco. Y lo hago por vos. Porque es mejor así, que no te des cuenta lo ridículo que te ves. Es como si intentaras arrancarme toda la brillantina que recubre mi piel para conformarte sólo con el calor que emite. No lo entendiste? No me podés ver. Buscás desesperado los trucos y te juro que no los hay. Es así. Olvidate de todo lo que te enseñaron a sentir porque está mal. Los necios cambian estrellas por dinero mientras los artistas se desviven por recuperarlas. De qué lado querés estar? Te vas a dar cuenta que los papelitos de colores no compran magia. El mundo no sobrevive gracias al dinero, es el arte la que mantiene a esta especie de corazones rotos en pie. Todo pasa y los artistas permanecen. Y aunque es lindo besar, es más lindo que te besen. Te dije que je suis neptun? Es un secreto.


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