Y un elefante rosa sostiene una vela, iluminando el cielo, para que todas las niñas perdidas de noche puedan encontrar el camino de vuelta a casa.

Me duele que no puedas verte como te veo yo. Me desespera. Me arrancaría los ojos, los pondría en tus manos y te los prestaría por un rato si fuese posible. Te elijo hasta por sobre mis amigos animales imaginarios.


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